La fábula es un breve relato escrito en prosa y en verso. Sus protagonistas suelen ser animales, que presentan características humanas.
Su intención es enseñar valores y comportamientos. Acaban en un texto corto donde se resume la intención de su enseñanza y a ese texto se le llama moraleja.
La cigarra y la hormiga es una de las fábulas atribuídas a Esopo y recreada por Jean de La Fontaine y Félix María Samaniego.
En you tube hay vídeos sobre este cuento, a mí me pareció muy bueno el vídeo de la película de Disney de corta duración, muy antigua, pero no se puede publicar.
He encontrado la misma película en versión original, en inglés y con subtítulos:
https://youtu.be/Tl0iRVFRvEk
LA CIGARRA Y LA HORMIGA
versión de Félix María de Samaniego
(1745-1801)
Cantando la Cigarra
Pasó el verano entero,
sin hacer provisiones
allá para el invierno;
los fríos la obligaron
a guardar el silencio
y a acogerse al abrigo
de su estrecho aposento.
Viose desproveída
del preciso sustento:
sin mosca, sin gusano,
sin trigo, sin centeno.
Habitaba la Hormiga
allí tabique en medio,
y con mil expresiones
de atención y respeto
la dijo: «Doña Hormiga,
pues que en vuestro granero
sobran las provisiones
para vuestro alimento,
prestad alguna cosa
con que viva este invierno
esta triste Cigarra,
que alegre en otro tiempo,
nunca conoció el daño,
nunca supo temerlo.
No dudéis en prestarme;
que fielmente prometo
pagaros con ganancias,
por el nombre que tengo.»
La codiciosa Hormiga
respondió con denuedo,
ocultando a la espalda
las llaves del granero:
«¡Yo prestar lo que gano
con un trabajo inmenso!
Dime, pues, holgazana,
¿qué has hecho en el buen tiempo?»
«Yo, dijo la Cigarra,
a todo pasajero
cantaba alegremente,
sin cesar ni un momento.»
«¡Hola! ¿con que cantabas
cuando yo andaba al remo?
pues ahora, que yo como,
baila, pese a tu cuerpo.»
Cantando la Cigarra
Pasó el verano entero,
sin hacer provisiones
allá para el invierno;
los fríos la obligaron
a guardar el silencio
y a acogerse al abrigo
de su estrecho aposento.
Viose desproveída
del preciso sustento:
sin mosca, sin gusano,
sin trigo, sin centeno.
Habitaba la Hormiga
allí tabique en medio,
y con mil expresiones
de atención y respeto
la dijo: «Doña Hormiga,
pues que en vuestro granero
sobran las provisiones
para vuestro alimento,
prestad alguna cosa
con que viva este invierno
esta triste Cigarra,
que alegre en otro tiempo,
nunca conoció el daño,
nunca supo temerlo.
No dudéis en prestarme;
que fielmente prometo
pagaros con ganancias,
por el nombre que tengo.»
La codiciosa Hormiga
respondió con denuedo,
ocultando a la espalda
las llaves del granero:
«¡Yo prestar lo que gano
con un trabajo inmenso!
Dime, pues, holgazana,
¿qué has hecho en el buen tiempo?»
«Yo, dijo la Cigarra,
a todo pasajero
cantaba alegremente,
sin cesar ni un momento.»
«¡Hola! ¿con que cantabas
cuando yo andaba al remo?
pues ahora, que yo como,
baila, pese a tu cuerpo.»
Felix Maria Samaniego
No hay comentarios:
Publicar un comentario