Es un tratado que nos perjudicaría como consumidores, porque en la Unión Europea se mantienen todavía controles a los alimentos y a los fármacos que nos benefician. Controles que prohíben ciertos alimentos porque tienen procesos o ingredientes químicos perjudiciales para la salud, y que con estos acuerdos con países que no los tienen, se perderían.
"Por ejemplo, en Europa muchos tratamientos de carne habituales en Canadá, están prohibidos.
Este es el caso de la carne clorada, que consiste en lavar las carnes con cloro para desinfectarlas, algo que no está claro que sea precisamente eficaz, ni mucho menos libre de riesgos para la salud."
"También está el preocupante uso de la ractopamina, un fármaco utilizado en Canadá para estimular el crecimiento de los cerdos que está prohibido en 160 países del mundo, entre ellos toda la Unión Europea. Si el acuerdo se firma, dentro de unos meses nuestros supermercados se verán inundados de pechuga de pollo clorada y magra de cerdo llena de aditivos.
Pero ahí no queda la cosa. Es de sobra conocido el exceso de productos transgénicos que sustentan el mercado canadiense. Desde maíz hasta aceite de colza pasando también por animales.
La pregunta es:¿queremos ver nuestras pescaderías inundadas de salmón genéticamente modificado? "( Artículo de Playground, septiembre de 2016)
Las multinacionales no quieren controles, les molestan los controles y las regularizaciones que les imponen los gobiernos, porque sólo quieren grandes beneficios, aunque eso suponga que muera o enferme gente.
De tal manera, que lo que han hecho es meterse en los órganos políticos y de control, como son el OMC (Organización Mundial del Comercio) y dictar leyes que les favorecen, leyes que si algún gobierno incumple, van a denunciarle.
"Cualquier empresa estadounidense con filial en Canadá podría exportar productos a la UE. Además, tanto el TTIP como el CETA comparten la creación de los llamados tribunales de arbitraje internacional (ISDS), en los que cualquier multinacional puede denunciar a un Gobierno de la Unión..."
Por ejemplo, un Gobierno puede intentar producir energías renovables y favorecer los contratos de trabajadores o empresas de su país, pues bien, una empresa de otro país que quiere asentarse o que le molesta su producción, le puede denunciar porque incumple el que se deba contratar a cualquier empresa de los países del Tratado y puede denunciar a ese gobierno . Esto ya ha pasado.
El área explotada cubre 140.000 metros cuadrados, un área más grande que Portugal.
En el fondo todos debemos saber que vamos hacia un control del mundo por las grandes empresas, los gobiernos están perdiendo poder para regular a estas empresas feroces y ávidas de beneficios o de no perderlos.
Para ello hacen cualquier artimaña, la última es entrar en los órganos mundiales que regulan el comercio, o en donde se firman los acuerdos que favorecen la supervivencia del planeta como son los acuerdos para el cambio climático.
Pagan a sus propios científicos para que nieguen a otros y mientan sobre los productos que producen.
Se meten en los propios gobiernos, muchos directivos o altos ejecutivos de altas empresas están en gobiernos u órganos importantes a nivel mundial.
"Garmendia era, hasta entrar en el Gobierno de Zapatero, presidenta de la Asociación Española de Bioempresas (Asebio), el mayor lobby pro alimentos transgénicos y fármacos biotecnológicos que hay en España (en el que están otros lobbies como la Fundación Antama o las mayores multinacionales de transgénicos del mundo: Monsanto o Pioneer), y que también congrega a buena parte de la industria farmacéutica biotecnológica (Bayer, Merck, Bristol-Myers Squibb, Roche, Schering Plough, Esteve -que dirigen Farmaindustria-, o Gilead Sciencies -creadores de Tamiflú/Gripe aviar-)."( Rebelión, 6-09-2010)
Supongo que durante su gobierno se daría un gran empuje a los alimentos transgénicos en España. Siempre he querido preguntarle si les da a sus hij@s alimentos transgénicos.
Ángela López Sa, la que fue directora de asuntos científicos y normativos de Coca- Cola Iberia, fue nombrada para dirigir la Agencia española de Seguridad Alimetaria y Nutrición en 2014, en España.
En definitiva con acuerdos como el CETA los gobiernos van a ser títeres de las grandes empresas, por eso debemos luchar contra estos acuerdos y debemos trabajar para consumir productos cercanos, que llevarán menos conservantes, pues no viajan de lejos, y a los que no inyectarán insecticida en sus semillas.
Debemos ser autosuficientes en el abastecimiento de energía, con energía limpia. Porque desde hace tiempo se sabe que se podría realizar una transición a las energías renovables, pero las grandes empresas de petróleo están poniendo trabas a los gobiernos con sus acuerdos.
Debemos trabajar para formar gobiernos que controlen y regulen a las empresas con leyes que protejan a los niñ@s y mayores de la avidez y crueldad de las grandes empresas.
Os recomiendo la lectura de este libro, donde la autora explica todo esto de una manera clara y seria:
