domingo, 17 de septiembre de 2017

CADA VEZ NOS ACERCAMOS MÁS A LA SOCIEDAD QUE IMAGINÓ GEORGE ORWEL EN SU LIBRO TITULADO "1984"


En su novela 1984, George Orwell nos habla de una sociedad futura. Para ello se basaba en indicios de su experiencia presente y los iba proyectando hacia un futuro, lo mismo que un niñ@ nos puede dar indicios de su físico en el futuro y reconstruímos su imagen futura, Orwell se basa en realidades para construir una imagen de la sociedad futura. 
Lo curioso del caso es que cada vez nos aproximamos más a esa sociedad que él nos describe.

Una sociedad donde existe un nuevo lenguaje basado en jugar con el significado de las palabras, hoy en día vemos que las palabras que eran sagradas en una generación como libertad, democracia, medio ambiente...ahora son utilizadas para la publicidad o por los gobiernos vaciándolas de su propio significado y utilizándolo para fomentar lo contrario de lo que expresan como es iniciativa, pensamiento propio, creatividad, participación, consulta, o respeto a la naturaleza.
Lo más grave es que se introducen en la sociedad, en la vida cotidiana,  en el trabajo, con lo que algún día perderán su significado original, como ocurre en el libro.



En la sociedad que describe Orwell existe otro término, el doblepiensa, el gobierno impone su verdad a través de cualquier medio, sobre todo con la TV y la prensa consigue que tod@s pensemos igual, es decir su verdad. Si para ello tienen que negar el pasado, pues hacen que todo@s lo olvidemos y que no podamos hablar de ello, porque supone mala educación e incomodar. Por ejemplo, el gobierno ha decidido que  no se debe pensar, ni hablar de la guerra civil en España, es el doblepiensa de Orwell, existió una realidad, tod@s lo sabemos, pero hacemos como que no existió.



De la misma manera, todos vemos el cambio climático, inundaciones, tiempo imprevisible, tormentas, aumento de la temperatura...pero mejor no pensar en ello o decir que siempre han existido fenómenos atmosféricos imprevistos y negar la realidad aunque en el fondo y delante de los ojos tenemos esa realidad. 
Eso es el doblepensamiento que Orwell vaticinó en su libro y para ello se dicen mentiras o se omiten algunos hechos para destacar otros que desfiguran la verdad.



 Otro ejemplo se produjo cuando en los medios de comunicación se hablaba de las manifestaciones en contra de las políticas de los grandes del G20. Políticas de recortes en sanidad, educación, situaciones de paro y de pobreza, que se han llevado a cabo en toda Europa. 
En los periódicos y TV aparecían durante largo tiempo imágenes de los actos de violencia de un grupo de jóvenes, al finalizar la manifestación. Sin embargo, las más de cien mil  personas de todas las edades que se manifestaban pacíficamente con lemas como "vuestras soluciones, nuestros problemas", solamente aparecían en pequeñas ráfagas o se nombraba muy rápidamente.



Orwell nos describe una sociedad donde no hay libertad de expresión, manifestación, controlando incluso la vida personal.
Ahora ya se están viendo espionajes entre políticos, escudriñando en la vida personal, para así desacreditar al oponente. Cada vez a través de la informática, de internet se adquieren datos sobre nuestros gustos, preferencias, para luego devolvérnoslas en publicidad.

 Nuestros gobiernos aplicaron recortes en sanidad, educación y servicios sociales, con la disculpa de la crisis que ellos mismos provocaron. Favorecieron a las grandes empresas y a las grandes riquezas con contratos temporales y amnistías fiscales; y practicaron inyecciones de dinero a los bancos sin ninguna condición que pudiera revertir en el bienestar general. 
Del mismo modo, con la disculpa del terrorismo, que triste e injustamente está provocando muertos entre los de siempre, están aplicando leyes que recortan la libertad de manifestación y de expresión.
 Así que, a un trabajador/a que se manifiesta por las injusticias que han cometido en su trabajo o persona, se le pueda aplicar leyes que pueden hacer que se pierdan los derechos conseguidos en muchas luchas anteriores.


Por último, cada vez se habla más de la decisión polémica de colocar pantallas en todos los sitios por seguridad, con lo que pronto podremos estar controlados al nivel que narra Orwell.
A veces todo esto  nos hace pensar que detrás de los terroristas hay intereses privados que necesitan de esos lamentables hechos de violencia en beneficio propio.
Amnistía internacional así lo advierte:
Unión Europea: Leyes antiterroristas orwellianas privan de derechos con el pretexto de defenderlos.
17 enero 2017, 16:50 UTC

La función de los gobiernos debería ser brindar seguridad para que la gente disfrute de sus derechos humanos, en lugar de restringir los derechos de la población en nombre de la seguridad.
                                                  John Dalhuisen, Amnistía Internacional