Prescindiendo a la vez, de formalismos y de lo accesorio que han ido añadiendo a sus enseñanzas las religiones creadas alrededor de este mensaje, quedándose con lo verdadero. En resumen con la defensa de la necesidad de justicia social, con la denuncia de la pobreza y de las situaciones injustas y con un mensaje de amor para tod@s al margen de diferencias de cualquier tipo, sociales, de sexo, de color de piel, de origen.
Un amor profundo a cada persona, a la esencia de su ser y su corazón. Una mirada comprensiva, llena de luz y de amor por tod@s. Una mirada de amor que no impide denunciar las situaciones de injusticia que ve.
Un cristiano que impulsa un cambio a favor de recobrar el verdadero sentido de las celebraciones de los cristianos, convirtiendo la Eucaristía en un momento de compartir la Palabra de la Biblia y sobre todo de las Enseñanzas del Nuevo Testamento, enseñanzas que no caducan y se pueden aplicar a cada época. Un espacio donde recordar y revivir aquellas reuniones de Jesucristo con los apóstoles donde hablaban y compartían el pan y el vino.
Celebraciones libres de parafernalias de vestido y decoración, oro y fausto, de repeticiones de frases sin sentido, palabras vacías de contenido, para sin embargo pensar en cada palabra que se dice, mirar al resto de nuestros compañer@s cristian@s, no solo ver su espalda, poder hablar y ser partícipe en esa celebración.
Donde no cabe ir por obligación, tradición o costumbre, donde oyes lo de siempre, y sales de allí a seguir lo contrario a lo que nos enseña Jesucristo.
El verdadero cristiano trata que la celebración nos sirva principalmente de esperanza, de fuerza y ánimo para seguir construyendo el reino de Dios. Ese reino de justicia, amor y de respeto a todas las personas y a los demás seres vivos así como a la naturaleza en su conjunto.
Todas estas ideas se han llamado Teología de la Liberación, una teoría que tuvo y tiene muchos detractores pero que solo quiere volver a la esencia del cristianismo que es seguir la vida de Jesús.
Pedro Casaldáliga escribió varios libros en prosa y también poesía:
NUESTRA HORA
Es tarde
pero es nuestra hora.
Es tarde
Es tarde
pero es todo el tiempo
que tenemos a mano
para hacer el futuro.
Es tarde
que tenemos a mano
para hacer el futuro.
Es tarde
pero somos nosotros
esta hora tardía.
Es tarde
esta hora tardía.
Es tarde
pero es madrugada
si insistimos un poco
si insistimos un poco
Aunque también algunos le supieron defender bien como el Papa Pablo VI, el cual dijo la famosa frase : " Quién toca a Pedro toca a Pablo".
Por todo ello, se puede concluir que la vida de Pedro Casaldáliga se basó en intentar ser un buen cristiano.
"Al final del camino me dirán
-¿Has vivido? ¿Has amado?
Y yo, sin decir nada,
abriré el corazón lleno de nombres."