Dos amigas me pasaron libros para leer este verano. Una de ellas había asistido a un taller literario y le habían recomendado leerlos. Cuando comencé vi que eran sobre el tema de madres e hijas.
Su lectura me vino fenomenal después de la muerte de mi madre, y el leerlos fue para mi como una especie de catarsis, ya que a través de ellos podía revivir muchas de mis experiencias y me sanaban o mejor dicho me aliviaban a la vez.
Eran doce libros, ya he leído diez y otro sobre el tema, que aunque era una novela policíaca que leí por casualidad, curiosamente el tema giraba también alrededor de madres e hij@s. Me faltan dos de los recomendados, pero al leer este siento la necesidad de destacarlo por encima de todos y es:
Lo destaco no por el tema si no por lo bien escrito que está, por la claridad, contundencia y seguridad con la que describe a los personajes, sus sentimientos, pensamientos.
La novela gira alrededor de un problema entre una madre e hija, no hay muchas aventuras, sin embargo mantuvo mi interés durante toda la novela, leyéndola con avidez y a la vez disfrutando de la limpieza de los diálogos, aunque en ocasiones no faltos de complejidad.
Destaco la sabiduría de una de los personajes, psicóloga o psiquiatra. Es curioso que sin ser la autora de esa profesión (por lo visto una de sus profesiones fue enfermera, además claro está de escritora) cómo desarrolla al personaje, poniendo ideas y estrategias de ayuda complejas, con una habilidad sorprendente.
Pues bien solo me queda descubrir que la autora es muy conocida a nivel mundial, pero que realizó seis novelas con temas muy diferentes a lo habitual, con el pseudónimo de Mary Westmacott. Esta autora que escribió novelas de detectives de éxito mundial es la conocida Agatha Christie.
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