El contexto político y social era muy tenso. En esa época se produjeron las últimas ejecuciones del franquismo, poco antes de la muerte del dictador Franco.
Fueron condenados a pena de muerte y ejecutados tres miembros del FRAP, José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz y dos miembros de ETA, Angel Otaegi y Juan Paredes Manot.
Las ejecuciones levantaron una ola de protestas y condenas contra el Gobierno español, dentro y fuera del país. Es de destacar la noticia que se oyó en aquel tiempo del ruego del Papa Pablo VI que también fue desatendido.
En este contexto Luis Eduardo Aute escribió la canción. En un principio la escribió para Rosa León, pero poco después la cantó él mismo en 1978.
Así cuenta en una entrevista de 2016 como surgió la canción:
“Cuando Rosa León la escuchó me dijo: ‘Esto parece que es alguien que van a fusilar’. Le dije que no, que era una canción de amor”.
“Ya estaban sentenciados los condenados a muerte del 27 de septiembre del 75 y en los conciertos Rosa les dedicaba la canción con gran riesgo por su parte. En ese sentido la canción quedó vinculada a los fusilamientos”.
“No fue la canción que quería hacer pero vino cuando ella quiso. Es lo que suele suceder cuando una canción necesita existir”.
Letra de la canción:
AL ALBA
Si te dijera, amor mío,
que temo a la madrugada,
no sé qué estrellas son éstas
que hieren como amenazas,
ni sé qué sangra la luna
al filo de su guadaña.
Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga.
Quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,
al alba, al alba.
Los hijos que no tuvimos
se esconden en las cloacas.
Comen las últimas flores.
Parece que adivinaran
que el día que se avecina
viene con hambre atrasada.
Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga.
Quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,
al alba, al alba.
Miles de buitres callados
van extendiendo sus alas.
¿No te destroza, amor mío,
esta silenciosa danza?
¡Maldito baile de muertos,
pólvora de la mañana!
Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga.
Quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,
al alba, al alba.
Luis Eduardo Aute
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