Como dice Vigotsky hay una distancia entre lo que sabemos y lo que se nos plantea nuevo para aprender, que necesita del acompañamiento de expertos y estos pueden ser nuestros compañer@s o el profesorado.
Tanto el adulto como el niñ@ necesitan la ayuda de alguien más experto para su aprendizaje. Muchos profesores/as creen que esta ayuda se reduce a una explicación general para tod@s y que luego el alumnado debe trabajar solo.
Sin embargo cuando este mismo profesor/a acude a un curso de informática o de idioma, después de oir la explicación general, solicita la ayuda de un compañer@ o del profesor/a, para resolver las dudas que siempre se plantean, cuando te enfrentas solo a cualquier actividad. Por mucho que te lo hayan explicado y por mucho que hayas estado muy atento.
En los cursos o reuniones que he asistido con otros profesores/as, cuando el conferenciante hablaba, muchos necesitábamos mirar lo que había copiado el compañer@ en sus apuntes: una fecha, una actividad, porque aunque habíamos estado atentos no recordábamos bien esos datos.
Algunos profesores/as no son así con el alumnado, explican la actividad que se va a realizar y después piden silencio a su alumnado.
Si estos requieren ayuda y se la piden a un compañer@, el profesor/a les riñe y les pide que sigan en silencio. Si entonces le piden ayuda al profesor/a se la rechazan y les riñen por no haber estado atent@s.
El alumn@ ha podido estar atento, pero se ha parado en alguna parte de la explicación para contrastar con lo que sabía o para repensar lo que acaba de oir y luego preguntar o solicitar ayuda.
El profesor se escuda en la falta de atención del alumnado y en la autonomía para dejarle solo. Esto es cruel.
En cuanto a la autonomía, este profesor/a suele decir que no le ayuda porque el niñ@ tiene que ser autónomo. Esto es confundir la autonomía con el abandono.
Una persona es autónoma cuando posee todas las capacidades para serlo, cuando puede ser como es, cuando puede expresar lo que siente, sus emociones sin que se le juzgue, cuando puede expresar sus ideas en las actividades y las puede contrastar con el resto de compañer@s y con el profesorado. Cuando puede elegir alguna actividad en el horario o estrategia para resolver.
Lo demás es abandono, no puedes dejar al alumnado solo si necesita ayuda, debes estar cerca, aportando andamios intermedios que ayuden a construir su conocimiento, porque en cuanto él o ella se sientan capaces van a querer realizarlo solos.
Ese es el arte de un educador/a, saber cuando se tiene que acercar y cuando se tiene que apartar. Pensar qué andamios va a ofrecer al alumnado que le hagan reflexionar y llegar al aprendizaje de lo planteado. Lo demás es abandono.
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